10 consejos para ser más productivo en el trabajo

La atención es un recurso limitado. Se ha hablado de ella en diversos estudios y hay quienes afirman que dura 90 minutos, otros 45, otros 15, y otros incluso 5.

La verdad es que no podemos decir una cifra exacta. Cada persona tiene su propio ciclo horario y hay momentos del día en los que su concentración funciona a mil por hora, y otras veces, no acierta a encontrar donde está el botón de encender el ordenador.

Además, a esto se le añade que hay días, y días. Si tienes alguna preocupación familiar, si te has levantado resfriado, si tienes demasiado trabajo por hacer… Hay muchos factores que influyen en la manera en que trabajamos. 

Sin embargo, hay ciertos hábitos y maneras de actuar que podemos adoptar para que nuestra mente se prepare para trabajar, y puedas mejorar tu productividad y conseguir estar concentrado lo máximo posible.

Ya hablé sobre productividad en casa en el artículo sobre recomendaciones para el teletrabajo. Pero en este artículo quiero darte 10 consejos que deberías conocer y llevar a cabo en tu día a día para ser un profesional totalmente productivo.

¡Vamos a ello!

1.Ponte pequeñas metas

Tener objetivos a largo plazo está muy bien y es totalmente necesario. Pero lo que no podemos hacer es ir como «pollos sin cabeza» esperando a conseguir con éxito el resultado final sin antes habernos planteado que es lo que estamos haciendo, y haber diseñado una hoja de ruta.

Para esto, debemos crear pequeñas tareas que sean «fáciles», o más bien, cortas, que sean capaces de realizarse en poco tiempo. Una vez las consigas completar todas, sentirás una sensación de satisfacción que te dará una dosis extra de energía para avanzar con la siguiente tarea mucho más motivado y concentrado.

2. Empieza por las tareas más difíciles

Reconócelo, a ti también te gusta procrastinar. A todos nos pasa. Y más, cuando hay algo que debemos hacer sí o sí, pero nos resulta difícil o perezoso hacerlo.

Para intentar remediar esto, debemos hacer todo lo contrario. Empezar el día con la tarea que menos nos gusta hacer y acabarla, nos dejará más relajados para toda la jornada laboral, y podremos realizar las siguientes actividades con más agilidad.

3. Comienza una «rutina de mañana»

Tu cuerpo y tu mente deben crear un equilibrio saludable. Tienen que intentar llegar a una armonía para que, tanto tu cerebro, como tus pies, se encuentren en el mismo lugar.

No vale eso de levantarte corriendo y salir pitando para la oficina. Con esto, consigues que tu cuerpo esté sentado en la mesa del escritorio, pero tu mente esté aseándose aún en el baño.

Para evitar esto, conseguir una buena y repetida rutina por la mañana ayuda a tu cerebro a ponerse en marcha y activarse lentamente.

«Para que nuestra atención se centre, al levantarnos, debemos crear una rutina diaria específica»

 

4. Descansa lo suficiente

Hay muchos estudios que hablan sobre todos los beneficios que tiene dormir bien en nuestra salud.

Uno de ellos, por supuesto, es la mejora de la productividad en nuestro día a día.

Durante la fase REM, que es la que ocurre al final de cada ciclo de sueño, activamos los procesos mentales. Factores, como la destreza y la memoria, se desarrollan y optimizan durante este periodo.

5. Haz una lista de cosas por hacer

Pero no una lista cualquiera. No sirve una llena de garabatos, donde están todas las tareas de hoy, la semana que viene e incluso en un mes.

A veces, ese tipo de lista hacen el efecto contrario y te pueden llegar a abrumar y agobiar en vez de mostrarte claramente que es lo que tienes que hacer.

El día de antes, antes de salir de la oficina, coge un folio y escribe una lista de cosas que tienes que hacer al día siguiente. Cuidado: un listado realista. Sé consciente de la dificultad de cada tarea, el tiempo que necesitas en cada una y prioriza las más importantes.

Así conseguirás conocer qué debes hacer y estarás preparado mentalmente para afrontar la jornada.

6. Solo una cosa.

Últimamente, muchas empresas están demandando perfiles de profesionales «multi-tasking», que sean capaces de hacer varios tipos de trabajo y que puedan llevar varios proyectos a la vez. Esto puede ser positivo pero, desde mi punto de vista, puede ser un arma de doble filo.

El libro, Solo una cosa (The One Thing), de Gary Keller nos habla precisamente de esto.

Debes conocer tu objetivo y realizar tarea por tarea. Es decir, céntrate en hacer «solo una cosa». Esto te evitará resultados mediocres en tu trabajo, incumplimiento de plazos y estrés en la vida cotidiana. Mejorarás tu productividad mucho más si te centras en lo realmente importante.

«Tu siguiente paso es fácil. Tu eres la primera pieza del dominó» – Gary Keller, Sólo Una Cosa»

 

7. Aprende a decir «no».

Ya sé que quieres dar siempre lo mejor de ti e intentar solucionar todos los problemas que te llegan a tu escritorio.

Apoyar a los compañeros, resolver todos las dudas a tus clientes, ofrecerles el mejor servicio posible, completar todas las tareas lo más rápido posible… Pero todo el mundo tiene un límite.

Si te sobrecargas de trabajo e intentas abarcar todo, lo único que conseguirás será realizar el trabajo con prisa y no de la manera más efectiva.

A veces un simple «ahora mismo no puedo atenderte, pero te llamaré cuando pueda«, marca la diferencia entre concentrarte en hacer lo que estás haciendo, o divagar entre varias tareas sin conseguir terminar ninguna.

8. Trabaja con intervalos de tiempo: 90-10

No puedes trabajar 8 horas seguidas. Probablemente ya lo sabías, pero sé que a veces se te puede llegar a olvidar.

Como he dicho al principio de este artículo, la concentración tiene un límite dependiendo de cada persona.

Debes conocer la cantidad de tiempo que tu cerebro está más concentrado, y realizar intervalos de descanso que te permitan desconectar y volver a centrarte en tu trabajo.

Yo te recomiendo un intervalo de 90 minutos de trabajo, y 10 de descanso.

9. Mantén ordenado tu sitio de trabajo

Hay algunos que afirman, como el físico teórico Michio Kaku que: «No tiene sentido tener un escritorio limpio y ordenado… pues significa que no estás haciendo nada».

Sin embargo, tener un escritorio donde no seas capaz de ver el color de la mesa, no es nada recomendable, pues no te apetecerá sentarte  y ponerte a trabajar.

Mi consejo es que intentes mantener la armonía y tengas todas las cosas en su sitio. Así, podrás encontrar lo que busques fácilmente y te dará paz mental.

10. Resuelve tus dudas con tus compañeros

No necesitas hacerlo todo solo. A veces, perdemos demasiado tiempo intentando resolver los problemas por nosotros mismos.

Muchas veces, por no molestar a nuestros compañeros nos metemos en laberintos de los que no podemos salir y tardamos mucho más en realizar una tarea que podría hacerse en la mitad de tiempo con ayuda.

Estoy seguro que tus compañeros estarán encantados de ayudarte. Además, crearás un buen ambiente de trabajo, basado en el compañerismo y comunicación, y ellos te pedirán ayuda cuando lo necesiten.

 

Como ves, son pequeñas tareas que, aunque parezcan innecesarias o «poco importantes», ayudan a tu mente a concentrarse y con ellos, mejorar la productividad en tu día a día de forma casi inconsciente.

Espero que estos consejos te ayuden a tu día día en la oficina y mejoren tu productividad laboral, para trabajar menos, pero con más resultados.

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