Método dominó para gestión del tiempo

Metodo efecto dominó

Hoy me gustaría comenzar con una frase, del escritor inglés Charles Buxton:

«Nunca vas a encontrar tiempo para nada. Si quieres tiempo, debes crearlo tú.»

Lo cierto es que tiene razón. Nosotros mismos somos los que muchas veces nos ponemos las excusas y decidimos aplazar ciertas tareas porque simplemente «no tenemos tiempo». Esta afirmación es tan verdad, como mentira. Solo depende de tu actitud antes esas tareas pendientes.

La gestión del tiempo es un aspecto esencial en nuestra vida, tanto personal, como familiar. Una cuestión que a todas las empresas les gustaría controlar y optimizar al máximo. El tiempo es nuestro recurso más valioso y aprender a utilizarlo nos hace mejorar nuestra calidad de vida y el buen hacer de nuestras compañías.

Es por eso que hoy quiero hablar de un método de gestión del tiempo, llamado Efecto Dominó. Estoy seguro que sabes de lo que te hablo, pero, ¿has pensando en el dominó como una forma de gestionar el tiempo? Vamos a verlo.

QUÉ ES EL MÉTODO DOMINÓ

Como bien sabrás, el efecto dominó es muy sencillo: las piezas de dominó se sitúan unas junto a la otras de forma vertical, de manera que una vez que se empuje la primera ficha, el resto caerá escalonadamente gracias al impacto de la primera. Es una relación de causa-efecto.

Si imaginamos que cada pieza de dominó es una de nuestras tareas, estaremos creando una consecución de tareas de manera escalonada y por orden de importancia. 

¿CÓMO FUNCIONA?

La clave para llevar a cabo este método es muy sencilla. La idea es poner la tarea más difícil primero. ¿Por qué? Es muy sencillo. Igual que en el efecto dominó, debes pensar que esa tarea va a influir en el resto, debido a que es la primera y la que va a provocar que el efecto dominó se lleve a cabo.

Por lo tanto, la pregunta que te debes hacer es: ¿cuál es la primera tarea que debo hacer que vaya a provocar que el resto de tareas sean más fáciles de ejecutar, o estén preparadas para llevarse a cabo? ¡Así de sencillo!

Para gestionar bien el tiempo, debes pensar que cada ficha es una tarea, que a medida que avanza puede provocar resultados positivos en el resto de tareas, y por lo tanto, en la consecución de objetivos. 

DIVISIÓN DE TAREAS

Para llevar a cabo correctamente este método, necesitamos realizar previamente una división de tareas por orden de importancia y dificultad. Sin hacer este paso previamente, no sabremos la magnitud de cada tarea pendiente y por lo tanto, no sabremos ni por donde empezar. 

Aquí abajo te hablo de algunos consejos que puedes aplicar en tu día a día para organizar todo el trabajo pendiente y empezar a ejecutarlo de una manera efectiva, escalonada y organizada.

  1. Define el objetivo principal que quieres conseguir. Antes de empezar a trabajar como un loco/a, respira hondo, siéntate en tu escritorio y pregúntate a ti mismo: ¿cuál es el objetivo final que quiero conseguir? Una vez tengas claro esto, piensa en tareas específicas que hagan que puedas conseguir este objetivo.
  2. Organízate el día de antes. Otro método que también me funciona es la previa organización el día de antes. Antes de terminar mi jornada laboral, me reservo diez o quince minutos para poner en orden todo lo que he hecho durante el día, y lo que tengo que continuar haciendo al siguiente. Esto hará que tu mente se vaya »tranquila» a descansar, ya que sentirás que lo tienes todo bajo control y sabrás exactamente en qué punto del trabajo estas. Además, te será mucho más fácil ponerte a trabajar a la mañana siguiente, porque ya sabes por donde tienes que empezar.
  3. Organiza tus tareas en orden de importancia, y longitud. Estas dos variables son esenciales para una buena gestión del tiempo. Una vez tengas todas las tareas escritas en un papel, organizarlas según la importancia de cada una, la urgencia de cada una de ellas y cuánto tiempo te va a ocupar realizarla. Esto te hará ver con cuál de ellas debes comenzar primero.
  4. Localízalas en el tiempo. Con esto quiero decir que debes comprobar si estas deben realizarse a la vez o, en cambio, hace falta terminar una para comenzar la otra. Es importante ver si están entrelazadas o son independientes entre sí. Puedes usar tu calendario online para conseguirlo más fácilmente. 
  5. Evita el ‘multitasking’. Con multitasking me refiero a la intención de realizar más de una tarea a la vez. Yo no lo recomiendo, principalmente porque no estás concentrado en una sola tarea, sino que tendrás tu mente en varias cosas a la vez y hará que malgastes tu tiempo y no lleves a cabo tu trabajo correctamente. 
  6. Crea una rutina de trabajo. Esto último consejo, es de forma general, ya que si una rutina de trabajo, nos es más difícil ponernos a trabajar y sacar tareas a delante. Conocer cuál se adecua más a tus horas de productividad te ayudará mejorar tu gestión del tiempo y hacer tu día mucho más productivo.

Por supuesto, existen otros factores que son necesarios controlar para llevar a cabo una buena gestión del tiempo: aprender a priorizar, evitar la procrastinación o aprender a desconectar también son claves a la hora de controlar nuestras horas en la oficina y ser mucho más productivos. 

¿Qué te parece el método Dominó? ¿Crees que es una forma efectiva de llevar a cabo las tareas o piensas que existe otra mejor?

 

 

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *